Santiago, R.D. – La Dirección de Mercadeo Institucional de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) realizó la conferencia “Desde Mi Rol: Estrategias de Acompañamiento a Nuestras Familias”, dirigida a directores de centros educativos y profesionales de la psicología, con el propósito de fortalecer las herramientas de apoyo a familias, niños y adolescentes.
El encuentro tuvo como objetivo orientar a los participantes sobre los roles de las instituciones y ofrecer estrategias efectivas para acompañar a las familias ante situaciones emocionales o conductuales que puedan presentarse en menores. Aquí, el reverendo padre doctor Secilio Espinal dio las palabras de bienvenida y agradeció a los directores de centros educativos su presencia en este encuentro.
La profesora Keyla Aybar, directora del centro de Servicios de Atención al Bienestar (SAB-PUCMM) presentó a las conferencistas y ofreció una introducción sobre los servicios de psicología que brinda este centro al público interno y externo. La conferencia fue impartida por las psicólogas Julissa Herrera y Mariela Herrera, fundadoras de Bienestare, quienes abordaron los roles de cada miembro de la familia y presentaron estrategias que los centros educativos pueden aplicar para gestionar de manera adecuada situaciones conductuales o emocionales en niños y adolescentes.
La psicóloga Julissa Herrera compartió las señales de alerta que los centros pueden identificar. Indicó que cuando existen situaciones no resueltas entre padres, los hijos a menudo lo expresan con síntomas conductuales o emocionales: retraimiento, rebeldía, distracción, agresividad. “El conflicto adulto se traslada al contexto escolar como dificultad para concentrarse o relacionarse con la autoridad”, dijo.
Además, Mariela Herrera destacó la importancia de que la escuela pueda realizar intervenciones breves cuando observa señales de malestar emocional en los estudiantes. Mencionó que es necesario prestar atención a signos de ansiedad y cambios conductuales, como la agresividad o retraimiento, preocupación excesiva, cambios bruscos en el estado de ánimo, llanto fácil, dificultades de concentración o memoria, evitación de actividades que antes disfrutaban, pensamientos rígidos del tipo “todo o nada”, alteraciones en el sueño o somnolencia durante la jornada y expresiones de desesperanza del tipo “no puedo más”, “todo me sale mal” o “me siento inútil”. Estas señales pueden indicar que un estudiante necesita apoyo emocional y seguimiento.
Al finalizar el encuentro, los participantes realizaron preguntas y presentaron casos analizados dentro de los centros educativos y de su ambiente psicológico.




