Santo Domingo, R.D.- La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y el Viceministerio de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Regional, desarrollaron una Jornada de Sensibilización y Ordenamiento Territorial dirigida a estudiantes de las carreras de Derecho, Ingeniería, Arquitectura, Economía y Turismo. El objetivo de la actividad fue fortalecer la comprensión crítica y el compromiso ciudadano respecto al ordenamiento del territorio, mediante espacios participativos de reflexión y aprendizaje, con motivo del Plan Nacional de Sensibilización.
En la jornada se destacó la importancia de reconocer el territorio como un eje estratégico para el desarrollo sostenible y la gestión pública eficiente.

El director de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Jesús Ramírez, explicó que esta iniciativa forma parte de los esfuerzos conjuntos entre la academia y el Ministerio de Ordenamiento Territorial. “Como institución académica, con una firme vocación de servicio al país, esta actividad tiene un significado especial. La República Dominicana vive un momento crucial: el crecimiento urbano, las presiones sobre el territorio y los retos asociados con la planificación requieren profesionales capaces, comprometidos y con una mirada integral”.
Ramírez destacó el papel de los estudiantes en estos procesos. “La participación de ustedes es imprescindible. Representan la nueva generación de profesionales que acompañará la construcción de ciudades más ordenadas, seguras y humanas. Este espacio les permitirá comprender mejor el valor del territorio, la complejidad de su gestión y las oportunidades profesionales que emergen de un campo en pleno crecimiento”.
La charla fue impartida por Juan Valdez, director de Ordenamiento Territorial del viceministerio, quien subrayó la importancia de comprender la naturaleza finita del suelo y del crecimiento territorial.
Valdez explicó que este crecimiento desordenado ha marcado el desarrollo del país en las últimas décadas. “En los últimos 60 años, muchos países de América Latina han experimentado un crecimiento importante, pero pocos lo han hecho de manera tan consistente como la República Dominicana”. Señaló que este proceso ha generado zonas prósperas, como Santiago, Puerto Plata y la región turística de Bávaro–Punta Cana, pero también amplios territorios que permanecen rezagados.
Durante su presentación, Valdez compartió mapas y ejemplos que evidencian los impactos de la ocupación inadecuada del suelo. Al referirse al Gran Santo Domingo, indicó que “muy poco suelo disponible queda detrás de la provincia de Santo Domingo, lo que refleja la presión urbana en la zona más densamente poblada del país”.
Asimismo, recordó la existencia del antiguo cinturón verde capitalino. “Ese anillo verde protegía la temperatura y los acuíferos del Gran Santo Domingo. En los últimos 20 años desapareció casi por completo, y hoy nos quejamos del calor, de la falta de agua y de la presión sobre los recursos”.
También abordó los eventos extremos ocurridos en los últimos años. “En los llamados ‘noviembres’ de 2022 y 2023, la intensidad de las lluvias sobrepasó cualquier indicador. No se trata solo de desagües insuficientes: cuando rellenamos y tapamos arroyos, que son los desagües naturales, generamos mayores dificultades. Muchas veces prima la rentabilidad sobre la habitabilidad”.
Valdez mostró imágenes de zonas vulnerables del país, como La Barquita, y expuso ejemplos de lugares donde la falta de planificación ha aumentado los riesgos. Además, alertó sobre la desaparición de cuerpos de agua como la Laguna de Cabral. “No todo lo que ocurre es natural. En este caso, se descubrió que una parte de las afluentes fue desviada hacia una empresa. Esto afecta la flora, la fauna y la vida de las personas que dependían del lago”.
El especialista recordó que, aunque la Ley de Ordenamiento Territorial fue aprobada recientemente, el país enfrenta grandes desafíos. “Tenemos un país desordenado. No podemos seguir creciendo como queramos; hay que darle orden a este crecimiento económico”.
Durante su exposición, citó ejemplos internacionales y resaltó la importancia de considerar variables ambientales, sociales, culturales y de riesgo. “El desarrollo no se mide solo en infraestructura o indicadores económicos. Al final del día, lo relevante es la calidad de vida de la gente”.
La jornada concluyó destacando la importancia del ordenamiento territorial como política de Estado y como responsabilidad colectiva, especialmente para las nuevas generaciones de profesionales.




