Santo Domingo, RD.- El Centro de Tecnología y Educación Permanente (TEP) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) realizó la conferencia “Hacia una comunidad libre de residuos”, impartida por el asesor en gestión local Víctor Feliz, presidente de la Alianza de Gobiernos Locales para la Innovación y el Desarrollo.
Durante su ponencia, Feliz subrayó que la solución a la problemática de los desechos sólidos comienza con un cambio de mentalidad. “Una comunidad libre de residuos empieza en la mente, no en el zafacón”, afirmó. El especialista señaló que la indiferencia y la falta de compromiso ciudadano son los principales obstáculos para lograr entornos limpios y sostenibles.
El especialista enfatizó que construir comunidades limpias requiere compromiso individual más que acciones colectivas ocasionales. “Una comunidad no se limpia con escobas, se limpia con gente”, afirmó, al tiempo que exhortó a los jóvenes a asumir la eco-responsabilidad individual y actuar sin esperar a que las autoridades tomen la iniciativa.
Feliz explicó que el modelo actual de consumo fomenta la cultura del desecho, afectando no solo el entorno físico, sino también los valores sociales. “Cuando el pueblo se acostumbra a desecharlo todo, termina también desechando los valores que lo sostienen”, señaló.
Asimismo, invitó a reflexionar sobre la empatía y el respeto por el espacio común, destacando que el verdadero desarrollo no se mide por la cantidad de carreteras o edificios, sino por la convivencia armónica, el acceso a espacios públicos limpios y el compromiso ciudadano con el entorno.
“Ser ciudadano es un acto de protección. No se trata solo de derechos, sino de cuidar lo común: la calle, el parque, el río y las aceras también son tuyos, pero también son míos”.
Durante la actividad, el expositor compartió su experiencia tras visitar el río Ozama, donde evidenció la gran cantidad de desechos plásticos que afectan el ecosistema. Aprovechó el ejemplo para reflexionar sobre la responsabilidad compartida entre ciudadanía, autoridades y empresas, destacando que “las comunidades no cambian por decreto, cambian por compromiso”.
Asimismo, advirtió que el desarrollo no debe medirse por la infraestructura, sino por la calidad de vida de sus habitantes. “Desarrollo es aquella ciudad donde los ciudadanos caminan libremente por las aceras, donde hay espacios públicos limpios, árboles, ríos y convivencia armoniosa”, puntualizó.
El expositor concluyó que una comunidad libre de residuos no es un lugar, sino una actitud. “El cambio no es una utopía, es una decisión. La basura que tiras habla de ti, pero el orden que mantienes también”.
