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Estos son los escenarios de quiebre de salud mental en la vida universitaria

12/10 Estos son los escenarios de quiebre de salud mental en la vida universitaria

Santo Domingo, RD.- Con la finalidad de conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) realizó un conversatorio sobre la enfermedad mental y la vida universitaria. En la charla cuatro maestras y profesionales de la psicología compartieron temas relacionados a la salud mental en la academia, en la familia y el profesorado.

En la actividad se trataron temas como: ‘Expectativa de los padres y la ansiedad que genera en el estudiantado’, ‘Depresión y ansiedad en el estudiantado’, ‘Profesorado y salud mental’ y el reto de los medios de comunicaciones en cuanto a temas de salud mental. El panel contó con la participación de tres psicólogas y profesoras, Rafaela Burgos, Estefan Suarez y Yojanny del Rosario, además de la periodista y también psicóloga, Itania María.

La palabra de bienvenida del evento estuvo a cargo de Mariano Rodríguez Rijo, decano la facultad de Ciencias Sociales y Humanidades y Artes, quien resaltó que la salud mental es un derecho y que muchas veces, nos encontramos con personas que tienen situaciones de carácter mental, los demás tienden a burlarse (reírse). “Tenemos que aprender que a esas personas hay que respetarla, porque, aunque tengan problemas mentales tienen dignidad y nadie pierde su dignidad por ninguna razón”, destacó la autoridad.

Asimismo, el decano aconsejó seleccionar con quien hablar de sus problemas, con sus padres, hermanos, profesores, con un amigo que usted entienda que los puede escuchar, “Ese es el consejo que les doy ¡NO SE QUEDEN CALLADOS!”. “Tenemos que aprender esa cultura de comunicarnos y comunicar nuestros problemas y no quedarnos callados”, expresó.

En su disertación, la doctora Burgos expresó que un aspecto que genera preocupación en los estudiantes, es la presión que reciben de los padres, para cumplir esas expectativas que ellos (los tutores) esperan. “Las expectativas son esos deseos o creencias (no siempre son explícitas) que tienen los padres sobre los logros y metas de sus hijos, cosas que decimos o pensamos que nuestros hijos tienen que alcanzar, pero, no son necesariamente las cosas que los chicos se plantean como metas”, destacó.

La experta dijo que esas expectativas orientan y motivan el desarrollo de los jóvenes, pero solamente si los jóvenes la internalizan. “Cuando las expectativas del joven y los padres no se sintonizan, es una fuente de estrés para los hijos y la familia. En la mayoría de los casos lo que hay es que expresarlo, decir… ‘me estoy sintiendo que no soy suficiente, por lo que tú me dices’ o ‘me estoy sintiendo con presión'”, aconsejó Burgos.

Afirmó que a veces los padres asumen la universidad como un objetivo propio y personal de ellos. También dijo que hay muchas incongruencias entre lo que esperan los padres y la autonomía que les exigen a los hijos. “Ellos quieren que sean autónomos, independientes, adultos y responsables, pero al mismo tiempo que ellos te puedan decirles qué hacer”.

La doctora admite que los estudiantes están sometidos a mucho estrés, ya sea con la familia, los estudios o las relaciones, por lo que recomendó tener pautas que ayuden a protegernos y cuidarnos, es decir, espacios de silencio real (apagar dispositivos, como celulares, televisión y todo equipo electrónico). “Es fundamental para la salud mental y practicar la respiración diagramática cuando los niveles de ansiedad suben”.

Otras estrategias son el arte, la actividad física, y el juego. “Jugar, aunque parezca que somos grandes nos hacer falta”, enfatizó Burgos. Además, estar en la naturaleza, uso de la narrativa (escribir), el fortalecimiento de los vínculos y buscar ayuda profesional a tiempo. “No importan si nos vamos a ver débiles, necesitamos poder hablar con alguien que nos de ayuda”, aconsejó.

Riesgos en la mayoría de edad

Mientras, Estefan Suarez, aseguró que cuando se adquiere la mayoría de edad y se asumen nuevas responsabilidades sociales y aumentan esas presiones psicosociales, el cerebro es más vulnerable a sufrir riesgo. “Es un cerebro que es más susceptible al estrés y experimenta cambios continuos, cambios físicos, emocionales, sociales y que pueden hacernos también susceptible a problemas como depresión y ansiedad”.

Al mismo tiempo, la psicóloga destacó que las carreras con más riesgos a padecer de depresión y ansiedad son las que tienen atención a personas: “donde estamos nosotros los psicólogos, los de derecho, comunicación, odontología, medicina. Las cargas más grandes están donde hay mucha practica hospitalaria”.

Además, explicó que dentro de la ansiedad hay diagnóstico pocos comunes, como son el mutismo selectivo (la persona no puede hablar en determinada circunstancia) y la disfemia (tartamudez) que son manifestaciones en el lenguaje, pero son trastornos de ansiedad. “El mutismo selectivo es cuando ante situaciones estresantes bloqueamos este mecanismo y no nos sabemos comunicar”, indicó.

Ante la expresión ‘me siento deprimido, estoy depresivo’, la experta aseguró: “No es depresión, eso es un estado de ánimo específico asociado a la tristeza, pero no es un diagnóstico. La depresión normalmente está dentro de otros diagnósticos como son trastornos de personalidad”, señaló la doctora.

Afirmó que luego de la pandemia hay un nuevo diagnóstico que es la fatiga pandémica universitaria, que fue por la adaptación del estudiante de estar todo el día en la computadora, ya sea, para tomar clases o para todo. “Hubo un sobrecargo”, expresó con relación a esta fatiga.

La docencia puede conllevar desgaste emocional

Durante su ponencia, la doctora Yojanny del Rosario, habló sobre el profesorado y la salud mental, y aseguró que la práctica docente conlleva a un desgaste emocional y físico. “Hay algunos estudios internacionales que dicen que los docentes son más propensos en caer en ansiedad, estrés y depresión. Si no nos cuidamos y no estamos atento a eso, entonces, somos más tendentes a caer en ese desgaste”, afirmó del Rosario.

Resaltó que esas problemáticas no son solamente del profesorado, “todo el que está en la atención directa con personas es tendente a caer en un síntoma de agotamiento por el exceso de trabajo”.

La especialista expresó que hay señales que no se pueden obviar como los cambios en los hábitos alimenticios y el sueño, “el cuerpo se regula con esa función”, dijo. También sostuvo que el aislamiento es señal de alarma, sentirse confundido, escuchar voces y pensar en lastimarse así mismo o a otros.

Para evitar caer en esta dificultad, la doctora recomienda hacer relajación, ejercicios físicos, dormir, alimentación, y disfrutar de actividades “estas funciones no pueden ser descuidadas”, aseveró.

La responsabilidad de los periodistas

Por último, Itania María, resaltó que el reto de los medios de comunicaciones es saber comunicar temas de salud mental. “Nuestro país tenía un plan de salud mental 2019-2022, se hizo nada, porque no le asignaron presupuesto”, manifestó.

La doctora manifestó que los medios de comunicación pueden tener una influencia en la conducta suicida de la población que puede ser tanto perjudicial como preventiva. “Vivimos en un país depresivo, y cuando los medios publican cartas o videos de personas que se suicidan, esto motiva a personas que son propensas al suicidio”, aseguró María.

La maestra dijo que si los medios informan correctamente sobre el tema pueden prevenirse las conductas suicidas.

En la actividad estuvieron presentes la directora de la Escuela de Comunicación campus Santo Domingo, Ana Bélgica Güichardo; Paola Montás, directora de la Escuela de Psicología; Héctor Alíes, director de la Escuela de Derecho y Alexis Rodríguez, director interino del Departamento de Orientación.

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