Santo Domingo, RD.- La Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y su Comité de Estudiantes de Derecho realizaron el conversatorio “Moda Sostenible, Propiedad Intelectual y el Impacto de los Dupes”, un espacio dedicado al análisis crítico de la industria de la moda desde una perspectiva legal, ética y social.
La actividad fue encabezada por las abogadas Natalia Ramos y Nathalie De Peña, cofundadoras de la plataforma Atelier Legal, quienes compartieron su experiencia en el área del derecho de la moda, una disciplina emergente que busca proteger la creatividad en un contexto comercial y cada vez más globalizado.
Emmanuel Beato, presidente del Comité de Estudiantes de Derecho, destacó que esta iniciativa vincula el derecho humano con la creatividad, el consumo responsable y la sostenibilidad. “Hoy tenemos la oportunidad de aprender de dos profesionales comprometidas con la promoción del derecho de la moda, una rama legal que cobra fuerza ante los desafíos actuales de la industria”, expresó.
La abogada Natalia Ramos abordó los retos que presentan los denominados “dupes”, que son productos inspirados en otros de marcas reconocidas, generalmente de alta gama, que se venden como alternativas más asequibles. “Los “dupes” no deben confundirse con falsificaciones. La diferencia radica en la intención, mientras el “dupe” busca ofrecer una opción parecida sin infringir marcas registradas, la falsificación intenta engañar al consumidor imitando de forma exacta un producto”.
La experta reconoció que los “dupes” presentan ventajas significativas en términos de accesibilidad. “La verdad es que tienen muchos puntos positivos. Son productos más asequibles y permiten que los usuarios accedan a características similares a las de marcas reconocidas, especialmente en el caso de cosméticos y cremas faciales, que suelen ser muy costosos”.
No obstante, también advirtió sobre sus posibles implicaciones negativas. “Es probable que esta opción más económica llegue a ser tan popular que termine afectando a la marca original en la que se inspiró. Eso puede restarle valor y credibilidad a la marca auténtica”.
La abogada señaló que este tipo de competencia puede incluso constituir una infracción a la ley o caer en el terreno de la competencia desleal. “La competencia desleal no es más que esos actos en el comercio con la finalidad de engañar, y hay que tener mucho cuidado con eso”.
Asimismo, enfatizó que la industria de la moda es profundamente creativa y que los diseñadores, modistas, publicistas y otros actores deben proteger sus creaciones mediante mecanismos legales como marcas, patentes y derechos de autor. “Hay una línea muy fina entre un “dupe” y una falsificación. Entenderla es clave para evitar conflictos legales y promover una industria ética y responsable”.
Asimismo, expresó que aunque la legislación nacional requiere ciertas actualizaciones, particularmente en temas emergentes como la inteligencia artificial, el país cuenta con marcos legales que permiten avanzar en la protección de los diseños de moda. “Si se aplica correctamente la ley, vamos por buen camino”, afirmó.
Sobre la sostenibilidad
La abogada Nathalie De Peña analizó los productos “dupes” o imitaciones desde una perspectiva de sostenibilidad, planteando interrogantes sobre su verdadero costo ambiental y social. “¿Es tan accesible que representa un riesgo para el medio ambiente? Esa es una de las primeras preguntas que debemos hacernos”, expresó al destacar que muchos de estos productos, a pesar de su bajo precio, comprometen principios clave de la moda sostenible como la producción ética, el uso de materiales responsables y la reducción de residuos.
De Peña explicó que, al aumentar la demanda, las marcas tienden a producir más, lo cual implica un costo ambiental elevado. “¿Y quién paga la factura? El medio ambiente”. También hizo énfasis en el uso frecuente de materiales sintéticos en este tipo de productos y su baja durabilidad, lo que genera una alta cantidad de residuos textiles. “Si yo estoy simplificando un precio en algo, hay alguien que lo está pagando por otro lado. Generalmente se sacrifican la mano de obra, la calidad de los materiales y la sostenibilidad”.
Desde el punto de vista legal, advirtió sobre la falta de compensación a diseñadores originales y cómo los “dupes” pueden afectar la creatividad y economía local. Además, abordó el vínculo entre el sobreconsumo, los residuos textiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. “Esa factura, al final, nos la pasa a nosotros, especialmente por nuestra condición de país insular vulnerable al cambio climático”.
La experta exhortó a los consumidores a tomar decisiones más conscientes. “Podemos optar por compras responsables, apoyar marcas éticas, practicar el intercambio y, sobre todo, educarnos sobre moda sostenible”.


