Santo Domingo. – La problemática que está causando en las playas la presencia de sargazo, o las sequías y las lluvias repentinas, son señales de que los efectos del cambio climático ya están y son una problemática que enfrentan los países como República Dominicana, advirtió Armando Paíno Henríquez, director del Fideicomiso para la Gestión Integral de Residuos.
“Estos cambios de hablar de una sequía extrema, con posibilidad o amenaza de escasez de agua, y de repente pasar a lluvias extremas en periodos tan cortos, son signos de que estamos frente a un problema latente. No es que viene el cuco, es que el cuco está aquí”, alertó Paíno en el conversatorio “Desarrollo de políticas públicas de impacto en material de residuos sólidos y sistema de emisiones de carbono”, organizado por la Escuela de Derecho de esta Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
El funcionario confesó que cuando fue designado como director ejecutivo de fideicomiso, no conocía la realidad de los residuos en República Dominicana y aseguró que hoy, “existen más de 240 botaderos en el país a cielo abierto, y un 70% de ellos se enciende con una frecuencia mensual o trimestral. Esto es uno de los principales responsables de contribuir al cambio climático, dado que el metano que se emite por la combustión que se produce en ese invernadero es 20 veces más contaminante que el dióxido de carbono”.
Además, el director del Fideicomiso, explicó que esas emisiones de gases también son cancerígenos y afecta seriamente a la comunidad y las personas que trabajan dentro de esos sitios. “Estamos hablando de un problema transversal, porque afecta nuestras aguas, tanto las aguas subterráneas como ríos, cañadas y los mares. También afecta nuestros aires y nuestros suelos, y todos somos responsables, porque todos en un momento emitimos residuos, somos generadores de residuos”, destacó Paíno.
El funcionario habló de la Ley 95-20 de Gestión Integrar de Residuos Sólidos que crea el fideicomiso que dirige, y aseguró que la gran bondad de esta ley, no es el fideicomiso como instrumento financiero y económico, sino que crea las bases para organizar el sector de residuos sólidos en República Dominicana.
Sin embargo enfatizó que aún con la ley, es necesario que los ciudadanos comiencen a cambiar hábitos en el hogar, el trabajo y la comunidad y tomen decisiones pensando en el medio ambiente. “Aquí hay un grupo de personas con preparación y conocimientos, y debemos formarnos en eso y convertirnos en activistas, porque llegó la hora cero para el mundo”, manifestó.
En el panel también participaron Elíaz Dinzey, gerente general Fundación Popular; Julissa Báez, directora de Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM); Dania Heredia, presidenta de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (ECORED) y Romina Santroni, socia de la firma de abogados Santroni Persons. En conjunto, los participantes apuntaron que la sostenibilidad y respeto al medio ambiente también debe ser abordado desde una óptica de negocios y empresas, “porque todos nosotros como ciudadanos y las empresas tenemos una huella ambiental”.
Asimismo, Romina Santroni expresó que el sargazo es el resultado del efecto del cambio climático debido a las emisiones descontrolados de gases de efectos invernadero. “El tema del sargazo es complejo, el sargazo viene del norte de Brasil, más allá del aumento de la temperatura de las aguas y esto ha provocado que en los últimos años contamine los ecosistemas”, señaló Santroni.
Elíaz Dinzey, gerente general Fundación Popular, dijo que como parte de su compromiso con la sostenibilidad Grupo Popular creó la plataforma de articulación empresarial con el propósito de sensibilizar, educar y concienciar a las empresas del sector privado en República Dominicana. “Es para que sepan la acción que tienen que realizar para sus empresas, tanto en medida de mitigación como en medida de adaptación”, dijo Dinzey. Además, aprovechó para invitar a todas las empresas que puedan sumarse a lo que son acciones climáticas.
Julissa Baez, directora de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM) expresó que la industria de cementera es la única en República Dominicana que ha confeccionado y ha hecho público una hoja de ruta para cumplir con indicadores de reducción de CO2, incorporando su estrategia de sostenibilidad.
