Santo Domingo, RD.- La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) reconoce la labor solidaria y comprometida de docentes, estudiantes y colaboradores que se sumaron de manera voluntaria a las labores de apoyo tras la tragedia ocurrida el pasado martes 8 de abril en el centro de entretenimiento Jet Set, en la que más de 230 personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas.
Desde el primer momento, la comunidad académica se movilizó para acompañar con sensibilidad y entrega a las familias afectadas. La Escuela de Psicología fue una de las primeras en responder, brindando contención emocional en el lugar de los hechos y posteriormente habilitando un espacio de atención psicológica.
“Nos movilizamos como comunidad académica para brindar apoyo emocional tras la tragedia”, expresó Loraine González, directora de la Escuela de Psicología. Según explicó, docentes y estudiantes acompañaron a familiares, ofrecieron orientación y gestionaron recursos básicos como agua y carpas, en colaboración con entidades como la Cruz Roja, Salud Pública, Defensa Civil y la Policía Nacional.
Los docentes de la Escuela de Psicología que ofrecieron apoyo en el lugar de la tragedia o brindaron acompañamiento a miembros de la comunidad universitaria afectados por el hecho fueron: Rafaela Burgos, Adiene Pérez, Johanny del Rosario, Pedro Polanco, Emilia Doré, María Paola Hernández, Jenifer Calderón, Belkis González, Emilio De León, María Eliza Frómeta, Allen Cawley, Ernestina Castro y Zoilo García. A este equipo se sumaron las directoras de Orientación de los campus Santiago y Santo Domingo, Margie Sánchez y Geovanny Rosado, respectivamente.

Apoyo en las labores de rescate
Desde la Escuela de Negocios, el profesor Edgar Peralta también se unió a las labores de rescate como parte del equipo especializado de la Defensa Civil Dominicana y la Fuerza de Tarea Conjunta – US&R Santiago. “Nuestra misión fue clara: apoyar con profesionalismo y entrega en la localización de posibles sobrevivientes entre los escombros”, compartió. Peralta calificó la experiencia como intensa y retadora. “Estar ahí me recordó el verdadero propósito del servicio: poner nuestras capacidades al límite por el bien común”.
Miguel Moronta, colaborador de la Universidad y miembro de la Defensa Civil con más de 25 años de servicio, también participó en las labores de rescate: “Yo no soy rescatista solo cuando estoy en servicio. Siempre tengo ese chip de ayudar”, expresó.

Desde la Escuela de Turismo, 18 estudiantes liderados por el profesor Alejandro Abreu, prepararon alimentos para las personas afectadas, utilizando donaciones voluntarias. “Ese día se sintió un ambiente de solidaridad, compromiso y amor al prójimo”, afirmó Abreu, quien además propuso crear un comité universitario permanente para actuar ante emergencias.
Como parte del enfoque integral de apoyo, un equipo de investigadores del Observatorio de Salud Mental y Bienestar de la PUCMM, liderado por el doctor Zoilo García puso en marcha la Evaluación Emocional del Impacto Psicológico-Proyecto EPT (PUCMM), iniciativa orientada a medir el impacto emocional de la tragedia en la población dominicana. A través de este estudio, se busca identificar las principales necesidades psicoemocionales y generar estrategias que promuevan el bienestar y la resiliencia colectiva. “La información que recolectemos nos permitirá comprender mejor cómo ha sido afectada la población y cómo podemos acompañarla desde la evidencia y la sensibilidad”, indicó García.
Puede formar parte de este estudio, al completar el formulario aquí:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeVenpZgSOTayvq0YOjKSwj761Wsd-NNJE_gzwC61TKNPXD-g/viewform
El Club de Donantes de Sangre, presidido por la estudiante Diana Moore, también organizó una jornada extraordinaria que contó con una gran participación. “La vida puede cambiar en un instante. En esos momentos, la solidaridad deja de ser una opción para convertirse en una necesidad vital”, sostuvo Moore, quien destacó el trabajo conjunto con otros comités estudiantiles como el de Nutrición.


La Universidad reconoce y agradece profundamente a quienes, desde distintas áreas del saber y con diversos talentos, respondieron al llamado del país con valentía, empatía y entrega.
La respuesta de la comunidad universitaria ha sido un reflejo del espíritu solidario que anima a esta institución: una comunidad que se sostiene, que actúa y que nunca deja de lado su humanidad.




