Santiago, R.D.– En la Madre y Maestra la excelencia no entiende de contextos económicos y es capaz de surgir entre las más adversas condiciones. Atendiendo a esto y como parte de la labor humanista y cristiana que constituye uno de los pilares de la Universidad, la Fundación Madre y Maestra ha enfocado sus esfuerzos en servir de enlace entre el sector empresarial y la Academia para lograr que decenas de jóvenes de escasos recursos vean realizado su sueño de egresar de una institución que goza del prestigio y la alta valoración nacional e internacional.
En este escrito les presentamos las historias de cinco de estos jóvenes cuyo tesón y esfuerzo los hicieron merecedores de este privilegio.
Jorge Luis Valenzuela Tejada – Terapia Física.
Si alguien sabe de resiliencia y de usar las circunstancias adversas para fortalecerse, ese es Jorge Luis quien, después de recibir terapia de rehabilitación durante un año por un accidente, decidió que quería formarse para dar a los demás lo que él recibió de manos de sus terapeutas.
“Si uno como persona tiene un propósito y una visión de su propia vida, Dios le da cada una de las herramientas para que pueda lograrlo”, afirma el futuro licenciado.
Christopher Junior Ramos Ramos – Estudiante de Medicina
Christopher Ramos es estudiante de Medicina y becario de la Fundación Madre y Maestra. Tras unos problemas de riñón que tuvo en la infancia, se enamoró de esta carrera y después de las mofas de sus familiares por haber hecho de “enfermero” de su madre tras una operación, confirmó que quería dedicarse al cuidado y sanación de los demás por el resto de su vida.
El futuro otorrinolaringólogo es egresado del Politécnico Don Bosco y opina que “si una persona cree que le puede dedicar el tiempo y la responsabilidad, pues le recomiendo que aplique para la beca pues ese es el requisito principal”.
Aimee Cristina Mesa Bonifacio – Medicina
“Desde pequeña yo decía que quería ser doctora en mi escuela, elegí Enfermería y pude confirmar o reafirmar que esa es mi vocación”.
A Aimee, futura cirujana cardiovascular, su madre la ayudó con el proceso para conseguir la beca y afirma que el apoyo de sus padres ha sido fundamental a lo largo de su desarrollo educativo.
“Conseguir la beca y entrar en la Universidad ha sido una de mis metas más grandes junto con entrar en el área de Enfermería”, declara.
Gabriel de Jesús Reinoso Javier – Ingeniería Telemática
Amante de las matemáticas, a Gabriel siempre le interesó el área de las ingenierías y al investigar, le llamó la atención “la comunicación y ese efecto de poder crear lazos entre personas, entre edificios, entre comunidades, esa conectividad”. Así que tomó la Ingeniería Telemática como carrera.
“Cuando pequeño yo vine a una actividad y [desde entonces] yo quería estudiar aquí, así que estar aquí y poder tener esta oportunidad ha sido uno de mis grandes orgullos”.
Aura Alina Badía Canario – Ciencias de la Computación, 1er cuatrimestre
“En la escuela hice un técnico en informática y me llamó mucho la atención, entonces quería seguir desarrollándolo y como esta es una carrera que va de la mano, decidí tomarla”, nos cuenta Aura, quien se enteró de las becas de la Fundación Madre y Maestra por una charla que recibió en su liceo.
La futura ingeniera resume sus planes inmediatos con esta frase: “espero seguir desarrollándome en el área y abriéndome paso a otras ramas de esta, por ejemplo, me gusta mucho el diseño web”.
