Aprender a regular las emociones, desarrollar resiliencia, realizar ejercicios, dormir bien, tener una dieta equilibrada y tener una vida social activa son algunos elementos de autocuidado que nos ayudan a prevenir la depresión
Santo Domingo, RD.- La depresión tiene una elevada prevalencia y cada año aumenta progresivamente, trayendo serias consecuencias tanto para las personas que la padecen, como para sus familiares y la sociedad en general. Esta enfermedad afecta el estado de ánimo de las personas que han vivido sucesos vitales y estresantes como la muerte de un familiar muy cercano, algún tipo de abuso, o que han tenido pérdidas muy significativas de relaciones, o recursos económicos.
A propósito de que cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, el director de Investigación e Innovación, campus Santiago, de esta Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Zoilo García, aprovechó esta jornada para explicar que para cuidarnos de experimentar un trastorno emocional, específicamente un tipo de depresión, es importante aprender a regular las emociones y desarrollar resiliencia en nuestras vidas.
“Parte de desarrollar la resiliencia, es necesario ejecutar el autocuidado como prácticas de ejercicios, tratar de dormir bien, tener un grupo social de personas, amistades y familiares que sean sanos, tener una dieta equilibrada, una vida social activa y practicar un pasatiempos. Esto nos ayudan a prevenir la depresión“.
También, tratar de vivir el presente sin estar demasiado preocupado por el futuro y tener mecanismos para aprender a cuidar los nivel de estrés, “ya que el estrés nos hace más vulnerables a experimental una depresión. Tratar de aceptarnos, perdonarnos y tener metas realistas son algunas estrategias que nos van ayudar a disminuir la vulnerabilidad de la depresión en nuestra vida”.
Al hablar de los factores que contribuyen a la aparición de la depresión, el experto destacó que lo primero que se debe entender son las emociones como la tristeza, el miedo o la ira. Además, señaló que las mujeres son 50% más propensas a deprimirse que los hombres. “La OMS afirma que un 4% de los hombres y un 6% de las mujeres sufren de depresión, para una prevalencia mundial general de un 4.4%”.
“El problema surge cuando emociones consideradas negativas, como la tristeza, se experimentan de forma excesiva. En esos casos, se pueden generar enfermedades y trastornos mentales que afectan no solo el ámbito psicológico de la persona, sino también al social y al biológico y es ahí cuando se produce una depresión”, señaló el psicólogo.
Para contribuir a la prevención de esta enfermedad, desde el laboratorio Emociones, Salud y Ciberpsicología de esta Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) se han desarrollado diferentes iniciativas para el tratamiento de la depresión.
Zoilo García aseguró que en este laboratorio, se han tratado temas como la validación a nivel nacional de la prueba más utilizada en el mundo para evaluar la depresión, que es el Inventario de Depresión de Beck (BDI-II), “contando así con un instrumento para evaluar esta patología y hacer investigaciones que nos ayuden a conocer y tratar esta enfermedad en nuestro país”.
Otra de las investigaciones de PUCMM ha sido el desarrollo de una aplicación de Inducción de Estados Emocionales Positivos, para el tratamiento de la emocionalidad negativa. “Esta constituye una aplicación que no solo disminuye la tristeza, sino que promociona el bienestar desde el simple uso de una aplicación por unos minutos al día”, explicó García.
Otra de las iniciativas más importantes fue una investigación que desarrolló un proyecto piloto, en el que se probó un protocolo de tratamiento psicológico basado en la evidencia para Desórdenes Emocionales (DE) en Atención Primaria (AP) dentro de un programa de colaboración y en fases, en el cual los participantes disminuyeron significativamente sus síntomas de depresión en sus vidas.
El investigador expresó que desde inicios del año 2020 la cifra de 300 millones de personas que padecían de depresión ha ido en aumento y que esta enfermedad se ha potenciado por situaciones como la pasada pandemia, “la cual incrementó solo entre 2021 y 2022 en 56 millones de personas más que padecían de este trastorno, considerado como la principal causa de discapacidad”.
Zoilo García indicó que hay muchos factores que hacen que las personas no busquen ayuda psicológica, entre ellos el hecho de que gran parte de la población no tiene acceso a servicios de salud mental. Además, “la falta de profesionales capacitados en dicho ámbito, falta de recursos económicos, y la estigmatización que puede tener la persona que padece este tipo de trastornos”, analizó. El profesor mencionó que, según datos de la OMS en 2022, el 55% de las personas que residen en países desarrollados y el 85% de las personas que viven en países en desarrollo, no tienen acceso a servicios de atención psicológica.
Aunque el Gobierno ha realizado diferentes iniciativas para tratar la salud mental, el investigador entiende que se debe contar con programas basados en la evidencia que lleguen al mayor número de personas y que contribuyan no solamente a tratar la depresión, sino a la promoción del bienestar. “Estos programas (para la salud mental) deben ser estandarizados y cuantificables en sus resultados. De ahí que desde los grupos de investigación se creen nuevas alternativas basadas en evidencia que impacten en las personas afectadas por esta enfermedad”, destacó el director del Programa de Investigación Emociones, Salud y Ciberpsicologia.
