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Los plaguicidas en RD tienen control, pero falta régimen de consecuencias, según experto

Las plaguicidas en RD tienen control, pero falta régimen de consecuencia, dice experto

Santo Domingo, RD.- La República Dominicana tiene muchos controles sobre el manejo de los plaguicidas. Tanto así, que para aplicar un plaguicida proveniente de cualquier país, hay que tener un registro y cumplir con una serie de requerimientos como ensayos locales y certificados de libre venta en el país de origen, indicando para qué se usa.

Así lo señaló Ramón Castillo Lachapel, presidente del Centro de Educación de Medio Ambiente y Agricultura (CEMAAGRI) al dictar la charla “La regulación de pesticidas y otras sustancias peligrosas en la República Dominicana: ¿Cómo evitar la pérdida de vidas humanas?’’ en esta Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). “El problema es que el usuario aquí (en República Dominicana) no está ni capacitado ni orientado, simplemente, va a la tienda, lo compra y lo aplica. Por eso es que usted ve aplicaciones de plaguicida en el campo sin ningún tipo de controles ni regulaciones”, advirtió.

Al referirse a la reciente tragedia donde murieron intoxicadas madre y bebé por de una figuración en un edificio residencial del sector Piantini del Distrito Nacional, Castillo Lachapel explicó que en este caso evidentemente el producto fue mal utilizado y no se cumplieron los protocolos de lugar. El profesional en el ámbito agrícola y empresarial, expresó que en el caso de esas aplicaciones no solo se dan intoxicaciones a nivel urbano, también, a nivel rural.

“A veces usted está fumigando en un cultivo cercano a una escuela y la brisa se lleva el producto a las escuelas y usted ve que un curso entero sale intoxicado. Otro caso ocurre con las pacas de los tabacos, que cuando usted lo cosecha tiene que aplicarle un producto y taparlo herméticamente, y a veces aparece toda la gente que está trabajando en una tabacalera intoxicado, pero esos son los efectos directos”.

Al hablar de los efectos indirectos, dijo que estos se van acumulando y “de repente la persona aparece intoxicada porque se cae en la aplicación del producto, en su casa, o se desarrolla alguna enfermedad como el cáncer y ese es la otra parte de las aplicaciones de plaguicidas”.

Al referirse a los criterios para el control de plagas urbanas, dijo que para uno tener un control de plagas primero se debe identificar la plaga. “Generalmente, aquí se llaman a una fumigadora para cinco o seis plagas: mosquitos, cucarachas, roedores, comején, carcoma y fuera de ahí, ya no hay muchas llamadas para fumigar en una casa. Cuando ellos (quienes fumigan) identifican las plagas, deben de saber si la aplicación va en la orilla del suelo o en la parte de arriba”, explicó el profesional.

Asimismo, señaló que si es en la parte de arriba que identificaron es mosquito tienen que aplicarla en toda el área superior dentro de la casa, y si es cucarachas tienen que aplicarlo en la parte inferior. “Después que se identifica la plaga se hace todo un protocolo de manejo y aplicación. El protocolo empieza con saber dónde están cualquier persona o animal (gato, perro u otro tipo de mascota), protegerlos, sacarlos de la casa, poner un letrero fuera, y también tener su equipo de protección”, señaló.

Además, Ramón Castillo Lachapel, destacó que en República Dominicana el producto que más se usa en aplicaciones de casas y en los hoteles es el DICLORVOS DDVP y aseguró que eso está prohibido en Estados Unidos. “Pero aquí es lo que más se usa para los mosquitos, pero es peligroso”.

A pesar de reiterar en varias ocasiones que la República Dominicana tiene muy buenos controles y leyes, Ramón Castillo Lachapel, dijo que lo que tienen que mejorar en el país es el régimen de consecuencias. “Cuando uno visualiza lo que tiene como régimen de consecuencia, con respecto a la situación de la familia afectada, apenas le ponen dos años y le ponen garantía económica, muy poco. Aquí para régimen de consecuencia para lo que son los plaguicidas, para mí, prácticamente, no existe”.

Al seguir explicando el proceso de regulación, Castillo expresó que después de depositar documentos se dura de seis meses a un año de revisión y luego el órgano responsable da un certificado. “Con ese certificado usted puede importar el plaguicida y ese plaguicida que se importa tiene que estar regulado, con sus etiquetas, su panfleto y su hoja de seguridad, eso tres elementos son básicos y tiene que estar exacto como a usted se lo aprobaron”, explicó.

Además, dijo que todas las tiendas de expendio tienen que tener un certificado para la venta de los plaguicidas, que no cualquiera puede estar vendiendo plaguicida. Sin embargo, “cualquiera puede estar comprándole a esa tienda esos plaguicidas”.

El presidente de CEMAAGRI dijo que es una serie de requerimientos de controles que deben de existir para usted estar aplicando plaguicidas. Pero, “el ministerio no llega hasta los aplicadores… La propuesta nuestra siempre ha sido que aquí se debe establecer una carnetización y aquel que no tenga un carné para aplicar plaguicida, no lo haga. Esa es la única manera de que nosotros podamos bajar y reducir los riesgos que tenemos continuamente”. También, señaló que en lo que es control de plagas urbanas, únicamente, en CEMAAGRI dan cursos y diplomados. “Fuera de CEMAAGRI no hay ninguna otra institución que dé instrucciones sobre eso y esa es la realidad”.

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